Si alguna vez te has preguntado cómo hacer un poema, estás en el lugar correcto. En este artículo, te guiaremos a través de los pasos para escribir tu propio poema, desde la selección del tema hasta la elección del estilo y la estructura.
La poesía es una forma de arte que nos permite expresar nuestros sentimientos más profundos y transmitirlos a los demás a través de las palabras. Ya sea que seas un escritor experimentado o un aficionado, consulta más aquí.
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¿Cómo hacer un poema?
¿Qué palabras puedo usar para escribir un poema?
Las siguientes son palabras con las cuáles puedes expresar tus sentimientos y armar poemas efectivos:
Palabra | Ejemplo |
Amor | “Amor, ese sentimiento que invade mi ser, que me hace soñar despierta y suspirar sin querer.” |
Naturaleza | “La naturaleza es la obra más perfecta, con sus montañas, ríos y mar, una belleza completa.” |
Soledad | “La soledad me acompaña, como una sombra en mi alma, que nunca se engaña.” |
Tristeza | “La tristeza es un mar de lágrimas, que a veces me inunda y me deja sin aliento.” |
Esperanza | “La esperanza es una luz en la oscuridad, que me guía y me lleva hacia la felicidad.” |
Libertad | “La libertad es un viento que sopla fuerte, que me hace sentir libre y me lleva hacia la suerte.” |
Felicidad | “La felicidad es un jardín de flores, que me llena de colores y me hace olvidar los dolores.” |
Melancolía | “La melancolía es un suspiro en el aire, que me lleva a lugares lejanos, donde el tiempo no sabe a qué jugar.” |
¿Qué es un poema?
Un poema es una forma de expresión literaria que utiliza el lenguaje de manera creativa y artística para transmitir emociones, ideas y experiencias. A diferencia de otros géneros, la poesía se caracteriza por su musicalidad, su ritmo y su uso de la metáfora y simbología.
Un poema puede tener muchas formas y estructuras, desde los clásicos sonetos y haikus hasta formas más experimentales y libres. A menudo, los poemas están escritos en versos, que son líneas de texto que se organizan en estrofas. La rima y la métrica también son comunes en la poesía, aunque algunos poetas optan por un estilo más libre y sin restricciones.
Características de los poemas
Los poemas tienen una estructura métrica y un lenguaje poético que los distinguen de otros géneros literarios. También, tienen una serie de características que los hacen únicos y distintivos:
- Versificación: Se caracterizan por tener una estructura métrica que se organiza en versos y estrofas. Los versos pueden tener una longitud y una cadencia determinada, y la estructura puede variar según la forma del poema.
- Lenguaje poético: Utiliza figuras retóricas y metáforas para crear imágenes evocadoras y sugerentes. El uso de la metáfora, la comparación y la alegoría es frecuente en la poesía.
- Musicalidad: Se logra mediante el ritmo y la rima. El ritmo se logra mediante la repetición de patrones de acentos y pausas, mientras que la rima se refiere a la repetición de sonidos al final de los versos.
- Emoción y sentimiento: El poeta transmite sus emociones y sentimientos más profundos. La poesía puede ser utilizada para expresar amor, dolor, tristeza, alegría, nostalgia y cualquier otro sentimiento.
- Sugerencia e implicación: La poesía a menudo sugiere significados más profundos que los que se expresan de manera explícita. Los poemas pueden ser interpretados de diferentes maneras, lo que les da una gran flexibilidad.
- Economía de lenguaje: Utilizan palabras cuidadosamente seleccionadas y evitan el lenguaje redundante.
Ejemplo de tres poemas cortos
La practica hace al maestro; si deseas practicar puedes empezar observando los siguientes ejemplos:
“No te salves” de Mario Benedetti:
No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no quieras con desgana,
no te salves ahora ni nunca, no te salves. No te llenes de calma, no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo,
no dejes caer los párpados pesados como juicios, no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana,
y te salvas ahora y te llenas de calma, y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo, y dejas caer los párpados
pesados como juicios, y te secas sin labios, y te duermes sin sueño, y te piensas sin sangre,
y te juzgas sin tiempo, y te quedas inmóvil al borde del camino, y te salvas, entonces… no te quedes conmigo.”
“Si tú me olvidas” de Pablo Neruda:
Quiero que sepas una cosa. Tú sabes cómo es esto: si miro la luna de cristal, la rama roja del lento otoño en mi ventana,
si toco junto al fuego la impalpable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña, todo me lleva a ti, como si todo lo que existe:
aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme dejaré de quererte poco a poco. Si de pronto me olvidas no me busques,
que ya te habré olvidado. Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme
a la orilla del corazón en que tengo raíces, piensa que en ese día, a esa hora levantaré los brazos y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra. Pero si cada día, cada hora, sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable.
Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme, ay amor mío, ay mía, en mí todo ese fuego se repite, en mí nada se apaga
ni se olvida, mi amor se nutre de tu amor, amada, y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos.”
“La canción de la lluvia” de Federico García Lorca:
¡Oh, qué viejo y qué pobre el cascabel del poniente! ¡Juguete de la lluvia sobre las chimeneas!
¡Cómo se moja el jazmín en su blancura pequeña! ¡Oh, qué viejo y qué pobre el cascabel del poniente!
¡Qué lejos queda Sevilla, qué lejos, y qué ajuqación! ¡Cómo llueve sobre el río y sobre la llanura inmensa!
¡Qué lejos queda Sevilla, qué lejos, y qué tristeza! ¡Oh, qué viejo y qué pobre el cascabel del poniente!
¡Qué alejada está la luna y qué sola en el cielo negro! ¡Oh, qué viejo y qué pobre el cascabel del poniente!
¡Qué lejos queda Sevilla, qué lejos, y qué recuerdo!”